¿Has oído hablar de la sinestesia olfativa? La sinestesia es un fenómeno que afecta a un pequeño porcentaje de personas y que han padecido artistas tan destacados como Kandinsky. Solo entre un 2 y un 5% de la población mundial la padece. Y una de las menos comunes es la olfativa.
Si tienes curiosidad por conocer qué es la sinestesia olfativa estás en el lugar indicado. En Alpematic como especialistas en aromatización y experiencias olfativas sentimos un gran interés por cómo experimentan los olores las personas que sufren sinestesia.
Sinestesia olfativa: qué es y en qué consiste
Qué es la sinestesia y por qué ocurre
Es una alteración neurológica en la que ante la estimulación de un sentido se experimentan de forma simultánea sensaciones procedentes de dos sentidos: el estimulado y otro.
Este fenómeno no es una enfermedad neuronal sino que ocurre por un fallo en las vías que conectan los sentidos con el cerebro. Esto hace que no funcionen de la misma manera que en la mayor parte de las personas.
Estudios recientes apuntan como responsable a una activación extra que ocurre en determinadas áreas del cerebro. Entre ellas, la zona límbica situada bajo la corteza cerebral, clave para la memorización de los olores y por las que las personas asociamos fragancias, aromas u olores con recuerdos.
El estímulo que perciben estas personas siempre genera una misma respuesta. Y no tiene nada que ver entre distintas personas sinestésicas. Además, la persona no puede evitarlas, inhibirlas o reprimirlas a voluntad.
Qué es la sinestesia olfativa
Se denomina así a la alteración neurológica en la que ante la estimulación olfativa se experimenta de forma simultánea esta percepción del olor y otra sensación procedente de un sentido diferente. Sin que este segundo sentido esté siendo estimulado al mismo tiempo.
Qué tipos de sinestesia olfativa existen
Hay distintos tipos de sinestesia olfativa. Una persona puede tener un solo tipo o varios al mismo tiempo.
- Olfativa visual, que puede a su vez ser de varios tipos. Una de las más comunes es la sinestesia olor color, en la que ante una estimulación olfativa, la persona la percibe y al mismo tiempo percibe un color determinado, según el tipo de fragancia. También es común la olor forma, en la que la persona percibe el olor y siente este como una forma o figura.
- Olfativa auditiva. El olor va acompañado de un sonido, que en algunos casos es musical pero puede ser de otro tipo.
- Olor tacto. La percepción del olor es simultánea a la de un estímulo táctil sin que este último esté realmente ocurriendo.
Además, hay dos tipos de sinestesias o personas sinestésicas, que es el nombre que reciben las personas que padecen este fenómeno. Por un lado están los sinestésicos proyectores, que ven las formas o los colores físicamente proyectados en el aire estáticos o en movimiento cuando perciben el olor que les provoca su sinestesia. Por otro lado están los sinestésicos asociadores, que solo perciben en su mente las imágenes o la sensación del tacto asociados al olor que los provoca.
Pero no son los únicos tipos de sinestesia olfativa. También ocurre a la inversa. Ante la estimulación de otro sentido, la persona percibe ese y, al mismo tiempo, un olor que no existe en el ambiente y que nadie más en el lugar percibe.
Hay personas que pueden oler
- Imágenes
- Sonidos
- Notas musicales
- Colores
- Números
- Palabras
Qué no es sinestesia olfativa
Las personas tenemos memoria olfativa. Es muy común que asociemos un olor determinado a un recuerdo, un momento o un sabor. Pero no se puede decir que eso sea sinestesia olfativa. Es solo que en nuestro cerebro se activa esa memoria y se asocia ese olor a esa otra cuestión que se ha vivido y que permanecía latente o guardado en algún lugar del mismo.
Entonces, ¿qué asociaciones relacionadas con el olor no se consideran por la neurociencia como sinestesia olfativa?
Una emoción que concurre con un olor
Se debe a experiencias que se han vivido y quedan unidas en nuestro cerebro. Percibir ese olor determinado nos hace sentir esa emoción a la que está asociada en nuestra memoria. Y pueden ser tanto emociones negativas como emociones positivas.
Por ejemplo, si alguien ha vivido un accidente en el mar puede asociar el olor a salitre con la angustia. O si sufrió un accidente de tráfico asociar el olor a gasolina al miedo. Pero también en positivo. Por ejemplo, puedes asociar un olor a la emoción de un enamoramiento.
Recuerdos que se activan ante un olor
Este es muy común y no tiene que ver con la sinestesia, sino con la estimulación del sistema límbico y la memoria olfativa. Por eso muchas marcas disponen de su propio odotipo para que el cliente las asocie o asocie las experiencias de compra o vividas en ese establecimiento con esa aroma o fragancia concreta propia.
Es algo que puedes entender muy bien y de forma sencilla si al oler una colonia recuerdas a una persona que la usa. O al oler una comida determinada te acuerdas de cuando tu madre o tu abuela la preparaba en tu niñez.
Asociación olfato gusto
El sentido del olfato y el del gusto están íntimamente relacionados. La mayor parte de experiencias gastronómicas se basan en esa unión o pareja. De hecho, es difícil que si el olor de un alimento te desagrada te agrade su sabor. O que si un sabor te gusta su olor te provoque repulsión o rechazo.
Pero esto no es un caso de sinestesia olfativa. Las papilas gustativas de la lengua identifican el sabor mientras que las terminaciones nerviosas de la nariz hacen lo propio con el olor. Y, en el cerebro, ambas sensaciones se comunican.
Por eso el olfato ayuda a disfrutar de los alimentos. Y en productos como el café se asocian ambos como una experiencia conjunta.
También por ello algunas fragancias estimulan el apetito o el deseo de probar determinados alimentos. En tiendas gourmet, cafeterías u otros establecimientos la aromatización con fragancias de café, chocolate o vainilla estimulan al público e impulsan las ventas.