A la hora de elegir aromas para oficinas es importante seguir una adecuada estrategia de marketing olfativo basada en la ventaja cualitativa que da la ciencia sensorial. Solo así lograremos potenciar una experiencia de marca completa y única, dirigida a establecer un vínculo emocional con los clientes que se prolongue en el tiempo.
Adoptar un odotipo corporativo, fruto del marketing olfativo, es la mejor manera de brindar a tu negocio un valor diferencial frente a la competencia. Haciéndolo, no solo brindaremos una identidad propia a nuestras oficinas, también suscitaremos una mayor productividad, como veremos más adelante.
Olor, emoción y memoria
Diversos estudios han demostrado que los olores desencadenan emociones. La memoria humana es capaz de retener esas emociones y recordarlas incluso con precisión pasado un año desde la exposición. Por eso debemos valorar en su justa medida la importancia del sentido del olfato y lo determinante que es en la generación de recuerdos positivos, y jugar a nuestro favor esta baza en las oficinas de nuestra marca.
Aromas y experiencia de compra
Otro aspecto a tener en cuenta, y que también ha corroborado en muchas ocasiones el marketing sensorial, es que los aromas agradables inducen a los clientes a permanecer en espacios comerciales por más tiempo. Mejorando la percepción de la marca facilitamos la creación de un vínculo, una sensación de familiaridad y conexión, que se traduce en ventas y fidelización.
Vistiendo de aromas nuestras oficinas
La utilización de fragancias corporativas exclusivas ayuda a desencadenar una experiencia memorable cada vez que un cliente visita una de nuestras oficinas. Son muchos los olores clave que se pueden tener en cuenta de acuerdo con los expertos en marketing olfativo. Pero, en última instancia, serán las necesidades concretas de nuestras oficinas las que nos llevarán a seleccionar el logo olfativo idóneo, o sea, el olor que mejor nos define. Sobre las propiedades de los distintos tipos de aromas ya os hemos hablado en otras ocasiones.
Hoy no es nuestra intención detenernos demasiado en ello, sino hablaros de un aspecto igualmente importante como es el efecto de los aromas para mejorar la productividad en oficias.
Pero antes vamos a repasar brevemente las características generales que poseen algunas de las fragancias más comunes usadas en aromatización de edificios de oficinas.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que para que sean placenteros, los olores de nuestras oficinas deben ser sutiles, ya que los aromas demasiado intensos o fuertes pueden hostigar a las personas más sensibles a ellos, causando cierto desagrado.
- Si buscamos inducir estados de relajación y armonía, la bergamota o la gaulteria son buenas opciones. También se vinculan con el optimismo y la mitigación de las frustraciones.
- Para fomentar el equilibrio y la frescura podemos recurrir al pomelo o la verbena, que además llevan asociados un efecto de activación.
- El sándalo es eficaz para desencadenar sensaciones positivas, levantar el ánimo y clarificar las ideas, y mejora la respiración.
- Una fragancia basada en la manzanilla se asocia con la calma interior, la serenidad y la descarga de tensiones emocionales.
- La canela o el romero aportan cierta sensación de equilibrio, y además fomentan la comunicación interpersonal, lo que repercutirá en una relación cliente-empleado más estrecha y armoniosa.
- Otros aromas a tener en cuenta en nuestras oficinas son la llamada salvia romana, que tiene efectos atenuantes contra el agotamiento mental. El patchulí ayuda a aumentar la confianza y vencer la timidez. Por último, el té verde y la hierbabuena evocan sensaciones de energía y concentración.
Aromas que aumentan la productividad en oficinas
De acuerdo con muchos estudios, como adelantamos más arriba, determinados tipos de aromas pueden ejercer un impacto beneficioso también en los propios empleados de nuestras oficinas. Apelando de nuevo al sentido del olfato, y a su poder de asociación emocional en nuestra memoria, podemos incentivar ciertos estados de ánimo positivos para mejorar el rendimiento del personal de oficina.
En este sentido, nos parece interesante mencionar el estudio realizado por la marca de cosméticos Shiseido en los años 90. Para mejorar el ambiente laboral en las oficinas de Tokio, que se asociaba a olores desagradables, en Shiseido realizaron un experimento.
Por la mañana pusieron en marcha el olor a limón, que se percibió como fresco y acogedor. Al medio día lo combinaron con vainilla, y por la tarde añadieron aromas leñosos como sándalo, eucalipto y ciprés.
Al cabo de una semana se encontraron que en las oficinas niponas la productividad había mejorado entre un 20 y un 30 %. También constataron que se disminuyó el estrés, y los trabajadores confesaron experimentar un clima más agradable.
Algunos ejemplos de aromatización de oficinas para mejorar la productividad son:
Olor a cuero y tecnología
Estos aromas, que tienen cierta similitud con el conocido «olor a coche nuevo», conllevan una sensación inconsciente de dinamismo, mejorando la actividad y la impresión de nuestras oficinas.
Aroma a café
Son numerosas las investigaciones que han llegado a la conclusión de que los aromas que evocan al café recién hecho mejoran la concentración, reactivan el estado de alerta y aumentan el rendimiento en tareas analíticas. Además, este efecto no se limita a la percepción de uno mismo, sino que se proyecta y se percibe también en los compañeros, creando un feedback entre los empleados.
Fragancias derivadas del limón
El olor a limón comparte con el de café que ayuda a la concentración y la calma en las oficinas, lo que lleva a que se cometan menos errores. Y con respecto al efecto en los clientes, los aromas cítricos visten las oficinas de sensación de limpieza, frescura y vitalidad, características siempre positivas a la hora de proporcionar una experiencia agradable.
Olor a brisa
El olor a brisa incrementa el buen ambiente y la productividad de las oficinas. Es habitual recurrir a él en entidades financieras, donde también se tiende a mezclarlo con esencias de naranja, almizcle, canela y bambú.
La importancia de aromatizar tus oficinas
En definitiva, podemos concluir que recurrir a la aromatización de oficinas siguiendo una estrategia de marketing olfativo es tremendamente provechoso porque:
- Los aromas refuerzan la concentración e influyen en la memoria.
- Los olores afectan a las relaciones interpersonales.
- Las fragancias disminuyen el estrés y mejoraran el rendimiento.
- Los aromas influyen en la experiencia de marca tanto en clientes como en trabajadores.